Colegiata de Santillana del Mar



El exterior del templo: la impresionante portada con el Pantocrátor y Santa Juliana


La portada contiene una serie de figuras (seguramente apóstoles), bastante deterioradas, con una mandorla en el centro con un Pantocrátor y sostenida por cuatro ángeles.  En las religiones precristianas la mandorla es la representación de la Diosa Madre, pues tiene la forma de una vulva. La escena que se reproduce en el Románico representaría a Dios saliendo de la vulva de la Madre Tierra. Los pitagóricos tienen la mandorla como una figura sagrada: dividiendo su altura por su altura tenemos la relación 265:153, que es la raíz cuadrada de 3. Son precisamente 153 el número de peces que se pescaron en un milagro de Jesucristo.

Portada de la Colegiata


Los capiteles y canecillos reproducen temas de animales (leones, pelícanos, serpientes, cuervos, etc.), vegetales y escenas humanas.

Las reformas a partir del siglo XVI afectaron al exterior del templo. Encontramos un frontón renacentista en el cuerpo avanzado de la portada sur, del siglo XVII ó XVIII, con la imagen barroca de santa Juliana sometiendo al demonio. También es un añadido posterior la galería de 15 arcos de la parte superior.

Mandorla en el centro con un Pantocrátor y sostenida por cuatro ángeles



Figuras en torno al Pantocrátor

Arriba, Santa Juliana dominando al demonio




Canecillos del exterior



El ábside: el mono boca abajo

A destacar el capitel con el mono boca abajo. El conjunto de los tres ábsides, que se puede contemplar desde una plaza, es impresionante por su belleza. El ábside norte está parcialmente oculto por construcciones posteriores.

El conjunto de los tres ábsides, que se puede contemplar desde una plaza, es impresionante por su belleza.

Destaca el mono boca abajo

Capiteles del ábside

Bajorrelieve en el ábside



La torre campanario que liquidó la portada occidental

La construcción de la torre campanario ocasionó la pérdida de la portada oeste y toda su decoración. Sólo nos ha quedado un esplendoroso Pantocrátor, que se puede contemplar en la capilla bautismal en el interior de la iglesia. Parece ser que se construyó para reforzar la estructura de todo el edificio.