Colegiata de Santillana del Mar



Un poco de Historia: capital de la Merindad de las Asturias de Santillana


La huella humana en esta zona es muy visible desde la Prehistoria. Destacamos la cueva de Altamira, a escasos kilómetros de Santillana, la “capilla sixtina” del arte paleolítico.

De la Edad del Hierro (primera mitad del siglo I a.n.e.) se ha descubierto en 2013 un castro perfectamente amurallado y abundante material arqueológico en El Cincho (barrio de Yuso).

Cerca del actual núcleo de la localidad se han encontrado restos de época romana, lo que hace suponer la existencia de algún centro habitado en esos momentos: hablamos de cerámica y lápidas sepulcrales.

Por las calles de Santillana. Al fondo, la Colegiata



En los siglos VIII ó IX llegan las reliquias de Santa Juliana

Se cree que la abadía fue fundada por unos monjes en los siglos VIII ó IX a raíz de la traída a estos lugares de las reliquias de Santa Juliana de Nicomedia. Esta santa fue martirizada en Turquía a finales del siglo III en tiempos del emperador Dioclediano. Santa Juliana prefirió el martirio antes que renunciar a su fe cristiana, tal como pretendían su padre y su marido; por eso mismo no tuvo relaciones sexuales con su cónyuge y murió virgen. Por ello se la suele representar con el demonio a sus pies, como muestra de su renuncia a los placeres terrenales.

Hacia el 870 se construyó una ermita para albergar los restos de la santa, que se convirtió en cenobio al poco tiempo. Estos son momentos de repoblación de estos lugares -cuando únicamente algunas zonas del norte peninsular no estaban bajo dominio musulmán- una tarea en la que los centros religiosos tenían el papel esencial para organizar y dirigir estos territorios. Para dar prestigio al centro religioso, la posesión de las reliquias de un santo o santa era una condición inexcusable.

Santillana jugó el papel de centro repoblador y organizar de estas tierras en la Edad Media



Santillana, punto clave en el Camino de Santiago

Según documentación del 980, el monasterio ya estaba perfectamente estructurado y en funcionamiento por estas fechas. Había acaparado muchas posesiones y, un tiempo después, se convirtió en un punto de referencia en el Camino de Santiago. Este ramal del Camino es uno de los más antiguos y facilitó que Santillana contara en la Edad Media con  un hospital de para pobres, otro para peregrinos y un tercero para pasajeros. En el siglo XV pasó por aquí como peregrino el obispo armenio Martiros de Arzendjan. El Camino de Santiago trajo influencias artísticas del románico de Borgoña, como se aprecia en las esculturas del claustro. Era habitual que los peregrinos que iban a Santiago pasaran por Santillana para venerar las reliquias de santa Juliana.

Santillana fue un punto importante en el Camino de Santiago



Santillana, capital de la Merindad de las Asturias de Santillana

Santillana se convirtió en la capital de la Merindad de  las Asturias de Santillana; el reino de Castilla se dividía en 13 merindades. “Las merindades, o merinatos o merinados, eran unas divisiones geográfico-administrativas que se dieron a finales del siglo XII en los reinos de Aragón, Castilla y Navarra. El merino era el representante del rey en dicha merindad. La función de las merindades era la de ser un órgano administrativo intermedio entre el poder central y las villas y señoríos. Al frente de una merindad se situaba el Merino con poderes administrativos y judiciales sobre el territorio encomendado” (Wikipedia)

En un documento de la época se lee: “...se gobierna por ella todo este País desde el Aya de Oton, hasta la Corba de Nogales, a distancia de dos leguas de Aguilar acia Castilla, y por el occidente hasta Puerto de Santiuste en los confines de las Asturias de Oviedo, término que comprende 23 leguas de longitud y 18 de latitud, y en ella la villa de Santander y lugares a ella adyacentes”.

Fernando I le otorgó un fuero en 1045 y entonces la abadía se convirtió en colegiata, lo que favoreció nuevas donaciones y privilegios de los monarcas. Fernando I fue conde de Castilla y rey de León; a su muerte, Castilla se constituyó en reino. Este monarca realizó una importante labor reconquistadora.

Santillana fue la capital de la Merindad de  las Asturias de Santillana



La Colegiata era la abadía más importante de Cantabria

En la segunda mitad del siglo XII, la Colegiata de Santillana se convierte en la abadía más importante de Cantabria. Es el momento, cuando la orden benedictina que la regía es sustituida por la orden de San Agustín, en que se construye como conjunto románico, que sería objeto de modificaciones a partir del siglo XVI. Un nuevo fuero le fue concedido por Alfonso VIII en 1209, en el que la localidad se convertía en villa y, a pesar de no tener mar, adquiría una serie de concesiones marítimo-comerciales como si lo tuviera, lo que explica que la palabra “Mar” forme parte del nombre de la localidad. Era el mismo fuero que se había dotado a la ciudad de Santander. El fuero regulaba los impuestos, la jurisdicción, los mercados… e impedía que los nobles que habitaban en la villa ejercieran jurisdicción, ya que la autoridad era el rey.

Interior de la Colegiata


El siglo XIII fue un siglo de cierto retroceso en el desarrollo de Santillana, al pasar a depender del obispado de Burgos. No obstante, la villa creció en habitantes y, ya en los siglos XIV y XV, se edificaron algunos de los palacios y torres más importantes.

En 1445 se creó el marquesado de Santilla, con el que la villa pasaba a manos del primer Marqués de Santillana. Esta pérdida de su condición de villa de realengo hizo que Santillana ya no fuera capital de corregimiento y ello inició la hizo entrar en decadencia.

Un intento de recuperar el esplendor perdido llevó a un enfrentamiento armado a comienzos del siglo XVI entre el abad y el marqués, que se saldó en favor de este último. El siglo XVII marca un cierto resurgir gracias al desarrollo del comercio con América, lo que incluso llevó a la Colegiata a postularse como catedral, sin éxito. De esta época son la mayoría de casas que hoy podemos contemplar en Santillana.

EN el siglo XII la Colegiata de Santillana era la abadía más importante de Cantabria. (foto: escapadarural.com)




Santilla se convierte en un destino turístico de la aristocracia, siglo XIX

Cuando en 1849 una epidemia de cólera azotó el País Vasco, el turismo de las grandes familias que hasta entonces se dirigía a tierras vascas cambió sus preferencias por Cantabria y ello hizo que Santillana del Mar fuera uno de los puntos de atracción más relevantes.

Por otra parte, en 1868 se descubrió la cueva de Altamira, una de las muestras más sobresalientes del arte prehistórico a nivel mundial.

En 1868 se descubrió la cueva de Altamira, a escasos quilómetros de Santillana



La villa de las tres mentiras

Desde época romana la villa era conocida como “Planes” (lugar despejado entre montañas). Un documento del 980 habla de la “baseleca Sancta Iuliana locum qui dicitur Planes” (basílica de Santa Juliana en el lugar al que llaman Planes).

El nombre de “Santillana” vendría del apócope de “Sancta Illana” y el añadido “del Mar” vendría de las concesiones marítimas que le otorgaba el fuero de 1209, a pesar de no estar bañada por el mar.  En 1228 la localidad ya era conocida como Villa de Sancta Illana (“Illana” significa Juliana es asturiano), debido a la importancia que el conjunto religioso adquirió desde los primeros momentos de la Reconquista en torno a la abadía de Santa Juliana.  En otro documento del 1326 se habla de “Santayllana”, en 1338 aparece “Santillana” y en 1390 tenemos “Sancta Illana”, “Sanctayllana”, “Santyllana” y “Santillana”. De nuevo, en 1453, un documento habla de “Santillana”. 

Sin embargo, popularmente, el criterio ha ido por otro lado, pues se dice que Santillana es el pueblo de las tres mentiras: ni es santa, ni es llana, ni la baña el mar.

Santillana fue declarada Monumento Nacional en 1889 y desde 2013 forma parte de “los pueblos más bonitos de España”.