Las Cinco Villas, Zaragoza 


Sos del Rey Católico, iglesia de San Esteban. 

Un poco de Historia


Sos ha sido un territorio de frontera. Primero entre árabes y cristianos y después entre los reinos de Aragón y Pamplona. La localidad fue conquistada por Sancho Garcés II de Pamplona en el 970. Sancho Garcés II (938-994), conocido como Sancho Abarca, fue rey de Pamplona, que por entonces abarcaba el poco territorio de Aragón arrebatado a los musulmanes. Utilizó por primera vez el título de "rey de Navarra". Sufrió los embates de los ejércitos de Almanzor, al igual que el resto de los reinos cristianos de la época.

Maqueta de Sos en el Palacio de Sada. Al fondo, la iglesia de San Esteban y el castillo

En 1044 Ramiro I incorporó Sos a Aragón, por entonces reino independiente, con lo que conseguía un punto estratégico de gran importancia en sus disputas con el reino de Pamplona. A Ramiro I (ca. 1006/7-1063)  se le considera el primer rey de Aragón. Incorporó los territorios de Sobrabe y Ribagorza. Pactó con el conde de Urgell para impedir la expansión del conde de Barcelona, Ramon Berenguer I, hacia el oeste. Creó un "obispado de Aragón" con sede en San Adrián de Sásabe. Intentó conquistar, sin éxito, el reino de Pamplona, regido por su hermano.

En 1542 nació Fernando el Católico en el palacio de Sada. Su madre, Juana Enríquez, en plena Guerra Civil navarra, se desplazó a Sos para que hijo naciera en territorio aragonés. Es por ello que la localidad lleva la coletilla de “del Rey Católico”.

Pila bautismal donde se cree que fue bautizado Fernando el Católico. Está en la iglesia de San Esteban

Sos conserva en sus calles gran parte de su esplendor del pasado. Destacan sus murallas (quedan varios tramos y varias puertas del siglo XIV), sus iglesias, la Plaza de la Villa y el Palacio de Sada.

De la Guerra de la Independencia (comienzos del siglo XIX) tenemos la siguiente leyenda: estando Sos sitiada por los franceses, un vecino del pueblo cruzaba las líneas enemigas para visitar a su amada. Fue descubierto y sometido a grandes torturas, creyendo que era una espía. Cuando ya no pudo aguantar más, nuestro hombre se mordió y arrancó su lengua. Los franceses, viendo tal gesto, lo dejaron libre. Volvió a entrar en Sos, pero cayó muerto en la puerta de entrada a la localidad que, desde entonces, se conoce como la “Puerta del Mudo”.

Sos del Rey Católico. Plafón informativo. Sos ha sido un territorio de frontera

Y otra leyenda más, esta vez medieval: un caballero asesinó a otro hombre que cortejaba a su amada. Arrepentido, iba cada día a la iglesia a rezar ante un Cristo. Un día, estando en el templo, escuchó a la madre de la víctima pedir que el alma de su hijo descansase en paz. Entonces el asesino confesó su crimen ante la madre y le pidió que, antes de entregarse a la justicia, le diera su perdón. La madre miró al Cristo esperando una señal. El Cristo levantó su cabeza, con lo que indicaba a la mujer que perdonara a aquella persona. A partir de ese momento, la cabeza del Cristo se mantiene erguida y por todo lo sucedido se le conoce como el “Cristo del Perdón”.