El yacimiento romano de Los Bañales, Uncastillo (Zaragoza)


Termas


Las termas son el edificio más emblemático de todo el yacimiento debido a su buen estado de conservación. Por otra parte, las termas (los baños) es lo que da nombre a Los Bañales. Datan del siglo I.


Las termas son el edificio más emblemático de todo el yacimiento debido a su buen estado de conservación.


Su buen estado se debe a su uso como vivienda durante muchos años. Juan Bautista Labaña, geógrafo portugués, las describe como “casa entera muy bien labrada” en 1610 cuando estaba confeccionando un mapa del Reino de Aragón a petición de la Diputación aragonesa. Tras la construcción de la ermita de la Virgen de los Bañales en el siglo XVIII, las termas tuvieron la función de huerto y establos.

Las termas tienen una extensión de 530 m². La fachada es de 28 m de este a oeste y 15,5 m de norte a sur. Su capacidad es para unas 60 personas, lo que no es suficiente para la población que debió haber en la ciudad, que seguramente llegaba a los 2,000 habitantes. Se supone, pues, que debió haber otras termas.

Su capacidad es para unas 60 personas, lo que no es suficiente para la población que debió haber en la ciudad


Las termas tienen una extensión de 530 m².


Estaban acabadas con todo lujo, con mármoles y pinturas murales (quedan algunos restos) y una excelente técnica para conseguir la calefacción de las salas.


Plano de las termas 
(fuente: images.app.goo.gl/zPe15YzTmz6MFFyu6)


Interior de las termas (foto: SIPCA)


Tenían varias dependencias. La entrada está constituida por dos vestíbulos con bancos, desde los que se controlaba la entrada y salida de usuarios. En esta dependencia estaba el ‘capsarius’ o esclavo, que cobraba la entrada. A continuación, un vestuario o ‘apodyterium’ con hornacinas para guardar la ropa o ‘ loculi’. Después venían dos puertas, una para acceder  a la sala fría o ‘frigidarium’ con una pequeña piscina o ‘natatio’, o bien para acceder a la sala templada o ‘ tepidarium’ y a continuación de ésta a la sala caliente o ‘caldarium’ con una bañera de agua caliente o ‘alueus’ (se conserva la chimenea de evacuación de humo) en una sala que hacía de sauna o ‘sudatio’. El final de recorrido era el ‘frigidarium’ con su piscina de agua fría, después de que los poros de la piel se habían abierto en la sauna. Desde el ‘frigidarium’ y desde el vestíbulo se podía acceder a unas letrinas en el lateral este de las termas. Bajo el suelo y por las paredes de la sauna y de la sala templada había un sistema de conductos o ‘hypocaustum’ donde circulaba el aire caliente.

 Lo habitual era que las mujeres fueran por la mañana y los hombres por la tarde.