El románico y el mudéjar de Daroca


Daroca. Un poco de Historia


UN POBLADO CELTIBÉRICO. Se cree que este lugar tenía el nombre de Darek en el primer milenio a.n.e.., cuando estos territorios los ocupaban tribus celtíberas Tras la conquista romana, se conoció como Agiria, con un castillo que protegía la vía laminitana, que comunicaba Zaragoza con Valencia.

Daroca, con el castillo al fondo (foto: elperiodico.com)


DAROCA, CIUDAD MUSULMANA. A finales del siglo VIII los árabes yemeníes fundaron la localidad de Calat-Darawca (castillo de Daroca), que formaba parte de la Marca Superior del Emirato y luego del Califato de Córdoba. El primer documento conocido data del 837, cuando Daroca era una ciudad musulmana de una cierta importancia dirigida por la familia de los Banu al-Muyahir, árabes del sur originarios del Yemen. En el siglo XI Daroca formaba parte de la taifa de Zaragoza. El Cid recorrió estas tierras luchando como mercenario del príncipe musulmán zaragozano y enfrentado a la taifa de Lleida y al conde de Barcelona Ramon Berenguer II. El Cantar del Mio Cid habla del paso del guerrero burgalés por Daroca.

El Cantar del Mio Cid habla del paso del guerrero burgalés por Daroca.


ALFONSO I CONQUISTA DAROCA. Alfonso I el Batallador conquistó Daroca en 1120 tras 400 años de presencia musulmana, y Ramiro II le concedió fueros. Alfonso I el Batallador (1073-1134) fue rey de Aragón y de Pamplona. Realizó una gran labor de reconquista, llegando hasta Zaragoza y duplicando la extensión de su reino. Por el matrimonio con Urraca de León fue también el monarca de Castilla y León («emperador de todas las Españas»), hasta que el matrimonio se deshizo. A su muerte dejó sus posesiones a las órdenes militares, entre ellas a la del Temple, a lo que se opuso la nobleza aragonesa nombrando a su hermano como rey.

Tanto bajo la dominación árabe como bajo la dominación cristiana, convivieron perfectamente en Daroca las comunidades cristiana, musulmana y judía, lo que la una convirtió en ciudad con un comercio y una agricultura florecientes durante los siglos medievales.

Alfonso I el Batallador conquistó Daroca en 1120 tras 400 años de presencia musulmana


UNA CIUDAD  CON MUCHO PESO DENTRO DE LA CORONA DE ARAGÓN. Ramon Berenguer IV renovó los fueros en 1144 y a partir de ahí aumentó la importancia de la ciudad en el conjunto de la Corona de Aragón durante la Edad Media: cabeza de las tierras que van desde Castilla hasta el Maestrazgo, derecho a voto en Cortes y sede de negociaciones de paz con Castilla en varias ocasiones entre los siglos XII y XIV. 

Ramon Berenguer IV (1113-1162) fue conde de Barcelona y miembro de la Orden del Temple. Se casó con Petronila, hija del rey aragonés Ramiro II, y con ello dio nacimiento a la Corona de Aragón. Intentó recuperar Navarra, que se había independizado de Aragón a la muerte de Alfonso I el Batallador. Firmó con el rey castellano el tratado de Tudillén, con el que se repartían las tierras de Al-Andalus que conquistaran en el futuro. A la Corona de Aragón le corresponderían Valencia, Denia y Murcia. Conquistó tierras de la cuenca del Cinca y Daroca, en Aragón, y las taifas de Lérida y Tortosa, en la actual Catalunya. Realizó incursiones militares por Valencia y Murcia y participó en la conquista de Almería junto con los castellanos. También expandió sus dominios al norte de los Pirineos. Mantuvo muy buenas relaciones con Inglaterra.

Ramon Berenguer IV y Petronila. El monarca dio un gran impulso a la ciudad de Daroca.

LA GUERRA DE LOS DOS PEDROS. Daroca ocupó una posición estratégica fundamental mientras la frontera con los musulmanes estuvo cerca y también, por su proximidad a Castilla, fue escenario de la guerra de los dos Pedros en el siglo XIV. De ahí que la ciudad estuviera rodeada de una imponente muralla, cuyos restos podemos admirar aún hoy día.

La Guerra de los Dos Pedros (1356-1369) enfrentó a Pedro I de Castilla y a Pedro IV de Aragón. El conflicto tuvo diversas fases, alternando con periodos de paz y negociaciones. El problema de fondo era la posesión del Reino de Murcia, que la Corona de Aragón consideraba esencial para impedir que Castilla entrara en competencia por el comercio en el Mediterráneo. Las guerras y la Peste Negra (1348) causaron grandes perjuicios y la economía y a la sociedad de la Corona de Aragón.

LA GUERRA DE SUCESIÓN Y GUERRAS CARLISTAS. Durante la Guerra de Sucesión (comienzos del siglo XVIII), Daroca tomó partido por el pretendiente austríaco. Tras la victoria del pretendiente francés, Felipe V, la localidad perdió su autonomía como ciudad. Durante las guerras carlistas del siglo XIX, fue ocupada en distintas ocasiones por los partidarios de don Carlos, que tenían su cuartel general en el Maestrazgo.

Durante las guerras carlistas del siglo XIX, Daroca fue ocupada en distintas ocasiones por los partidarios de don Carlos.


EL ARTE MUDÉJAR EN ARAGÓN. “Mudéjar” era el nombre que recibían los musulmanes que se quedaban en los territorios conquistados por los cristianos. 

El arte mudéjar se desarrolla entre los siglos XII y XVII, incorporando elementos de la arquitectura islámica a los estilos románico, gótico y renacentista. Es un fenómeno exclusivamente español, sin referencia en ningún otro lugar de Europa. La expansión del mudéjar se explica también por que los constructores musulmanes eran muy superiores a los cristianos tanto en conocimientos técnicos y arquitectónicos como en el precio de sus obras. Asimismo, la utilización de ladrillo permitía terminar los trabajos más rápidamente que con los materiales utilizados (piedra)  habitualmente.

San Juan de la Cuesta, ejemplo de transición del románico al mudéjar


El arte mudéjar se caracteriza por el uso de materiales blandos, como el ladrillo, el yeso, la cerámica o la madera, y aporta una decoración propia proveniente del mundo islámico. El yeso fue introducido en España por los musulmanes. El ladrillo, muy usado en Oriente, es el material por excelencia del arte mudéjar.

Presenta características específicas según las regiones donde se desarrolla. Así, podemos hablar de un mudéjar toledano, castellano, leonés, aragonés y andaluz… e incluso de un mudéjar latinoamericano, ya que fue trasplantado al Nuevo Mundo tras el Descubrimiento.

Cartel informativo de la iglesia de San Juan de la Cuesta:  "El arte mudéjar puede considerarse como la manifestación artística más genuina de la España cristiana medieval y surge por la confluencia de dos tradiciones artísticas, la islámica y la cristiana.

"El mudéjar está ejecutado en su mayor parte por mano de obra islámica en obras encargadas por y para los cristianos, en el periodo posterior a la reconquista peninsular.

"Estilísticamente el mudéjar perpetua muchas formas del arte andalusí, vigente en la península en época islámica (al-Andalus) del que adopta los materiales perecederos, la luz, el concepto de fragilidad y sobre todo la ornamentación, eje fundamental de este estilo."

San Juan de la Cuesta. Ventanal polilobulado, de influencia islámica (foto: territoriomudejar.es)


Una vez consolidada la conquista cristiana en tierras de Aragón, en el siglo XIII, tiene lugar la aparición de este arte en las provincias de Zaragoza y Teruel, especialmente en los valles del Ebro, Jalón y Jiloca y la ciudad de Teruel. Un porcentaje muy alto de la población de estas zonas seguía siendo de origen musulmán, lo que frenó la difusión del románico al estilo de lo que vemos en las provincia de Huesca y las Cinco Villas de Zaragoza y creó un estilo nuevo: el mudéjar. No obstante, el románico se mantuvo en lugares puntuales, como en la cabecera de la Seo o en el Pilar en Zaragoza, en Alcañiz o en los monasterios de Veruela, Rueda y Piedra.

DAROCA, EL ROMÁNICO, EL GÓTICO Y EL MUDÉJAR. Daroca ofrece ejemplos claros de lo que decimos, en donde se fusionan el románico tardío, los comienzos del gótico y el estilo mudéjar. Las iglesias de Santo Domingo de Silos y de San Juan de Cuesta pasan del románico al mudéjar a comienzos del siglo XIII.