- La España de Felipe II
Capítulo 11. Los turcos. La batalla de Lepanto.
EL MEDITERRÁNEO ANTES DE LEPANTO
TREGUA CON LOS TURCOS, 1548. DRAGUT NO HACE CASO. En 1548 los turcos aceptaron firmar una tregua. El sultán se vio obligado a ello porque tenía problemas con los persas y también serios conflictos dentro de su propia familia. Era lo máximo a lo que se podía aspirar para evitar la piratería otomana en el Mediterráneo. Carlos V escribía a su hijo que “cuanto a la dicha tregua que he por mí ratificado, miraréis que ella se observe enteramente de la vuestra, porque es razón que lo que he tratado y tratéis se guarde de buena fe con todos, sean infieles o otros y es lo que conviene a los que reinan y a todos los buenos”. Pero Carlos V no daba instrucciones a su hijo sobre lo que había que hacer concretamente y Felipe se quejaba ante su padre “porque Vuestra Majestad no ha mandado avisar de lo que contiene la dicha tregua y con quienes y de que manera se ha de guardar” y, ante la falta de orientaciones precisas, ordenaba a su flota que se hiciera lo mismo que los musulmanes de Argel, “que guarde la dicha tregua con los de Argel como ellos la guardaren”.
Pero Dragut pensaba que las treguas no iban con él. La actividad de los piratas continuó. Dragut era conocido por su temeridad en las batallas y su sola presencia causaba pavor en las filas cristianas.
El lugar de los Barbarroja fue ocupado por el temido Dragut, cuyo nombre real era Turgut Reis (1514-1565). |
Cuando fue preso por las naves de Andrea Doria y encarcelado durante 4 años, Barbarroja pagó un importante rescate de 3,000 ducados [112.500 euros] en 1544 y quedó libre.
Durante muchos años quedó en el recuerdo de las gentes su asedio a la costa de Nápoles. Luego atacó Mahdia, en la costa de Túnez, para hacer del lugar su fortaleza inexpugnable desde donde lanzaría sus correrías por el Mediterráneo, asaltó Cullera (Valencia)
en 1550 con importante botín y prisioneros, provocando que la villa quedara despoblada durante décadas... Viendo el peligro de tener a Dragut tan cerca, los españoles consideraron indispensable expulsarlo de Mahdia; con la ayuda genovesa comenzaron el ataque en junio de 1550 y al final consiguieron tomar la plaza. Después de Mahdia, los turcos dieron por terminada la tregua.
NUEVOS ATAQUES A LAS COSTAS ESPAÑOLAS, 1552. Al tiempo que se rompía la tregua con los turcos, estallaba una nueva guerra contra Francia y con ello los ataques turcos, argelinos y franceses a las costas españolas se multiplicaron. Baleares, Cartagena, Gibraltar, Cadiz… fueron los escenarios del conflicto. Santa Cruz de la Palma, en las islas Canarias, fue atacada por el corsario francés Pata de Palo.
LOS OTOMANOS CONQUISTAN BUGÍA, 1555. Se perdió Bujía y el defensor del plaza, Alonso de Peralta, fue ejecutado en mayo de 1556 en la Plaza Mayor de Valladolid acusado de haber entregado la plaza a los musulmanes.
Al poco se elaboró un proyecto para recuperar la plaza, al comienzo del reinado de Felipe II. La Cortes votaron a favor de la expedición y acordaron aportar fondos, a la vez que el cardenal de Toledo, Siliceo, ofreció 30,000 ducados [1.125.000 euros]. Pero la empresa no se realizó finalmente.
TRÍPOLI, 1559. LA MAYOR DERROTA NAVAL ESPAÑOLA DE TODOS LOS TIEMPOS. Trípoli había sido conquistada por los turcos en 1557. Era un lugar estratégico para los españoles, pues su posesión servía como base para emprender acciones en el Mediterráneo oriental.
En 1559 Felipe II se dispuso a tomar Trípoli con 90 naves y 12.000 soldados españoles e italianos al mando de Andrea Doria. Los caballeros de la Orden de Malta se sumaron a la expedición.
Pudieron conquistar Djerba (Gelves), pero no fueron capaces de entrar en Trípoli, donde Dragut había reforzado las defensas. En mayo de 1560 llegó una flota turca de 74 naves que derrotó a los españoles de una forma total y absoluta. Fue la derrota naval más importante de España en toda su historia. La mitad de la flota quedó hundida y la otra mitad huyó, más de 10,000 hombres se rindieron a los otomanos y los prisioneros fueron llevados a Constantinopla y exhibidos como trofeo en un desfile por las calles de la ciudad. La cabeza de puente española en Djerba resistió hasta casi el último hombre. Las Cortes europeas quedaron consternadas ante la victoria de los otomanos.
ORÁN RESISTE EL ATAQUE DE LOS ARGELINOS, 1563. Ya en 1557 Orán, posesión española, corría peligro. Su importancia estratégica radicaba en que se ubicaba frente a las costas hispanas.
Carlos V así lo explica, “pues si se perdiese, no querría hallarme en España, ni en las Indias, sino donde no lo oyese, por la grande afrenta que el Rey recibiría en ello y el daño destos Reinos.” Se enviaron refuerzos a Orán.
La victoria conseguida en Trípoli en 1560 animó a los argelinos a atacar Orán, pero en junio de 1563 los refuerzos enviados por Felipe II rompían el asedio, ayudados por una defensa de la plaza muy efectiva dirigida por Alcaudete. Lo cuenta Felipe II: “Lo que ha sucedido es que el rey de Argel comenzó a batir Mazalquivir a los 8 de Mayo y a los 22 le dio un asalto y fue rebufado con pérdida de harta gente, y lo tornó a batir por otra parte, hasta los 2 de Junio, que le dio otro asalto, por la batería vieja y nueva y por la parte de la mar. Y los de dentro se defendieron tan valerosamente que los rebutaron y hicieron retirar, y les mataron muchos y hirieron tantos que enviaron 8 goleotas cargadas de heridos a Argel.
“Después, a los 6, les dieron otro asalto, y también fueron rebutados. Y a los 8 déste llegó nuestro socorro que enviamos desde Cartagena. Y las velas de los enemigos que allí estaban, entendiendo que iban más galeras, se fueron huyendo hacia Argel. Y el Rey con su ejército, en descubriendo nuestra armada, se retiró a tanta prisa que perdió toda la artillería con que se batía y los nuestros socorrieron a Mazalquivir y a Orán, que tenían harta necesidad”
Ahora eran los españoles los que pasaban a la ofensiva y se comenzaba a hablar de la conquista de Argel. Las Cortes que se celebraban en Madrid eran el lugar donde pedir financiación para la empresa, pero la respuesta fue negativa. El rey se sintió «muy deservido» y las disolvió.
MALTA, 1565, LA PRIMERA GRAN DERROTA TURCA. MUERE DRAGUT. En mayo de 1565 los otomanos atacaron Malta bajo la dirección de Piali Pachó y Dragut. Un total de 170 galeras, otras 200 embarcaciones más pequeñas y 20,000 soldados, la mayor fuerza naval de la época. El sultán Soleimán el Magnífico, en sus últimos años, trataba de buscar una gran victoria que inmortalizara su recuerdo para siempre.
La isla tenía un gran significado simbólico para España ya que en 1530 Carlos V la había convertido en sede de la Orden de San Juan de Jerusalén, al haber sido expulsada esta orden de su sede en Rodas por los turcos. También constituía un punto estratégico relevante, a 100 km al sur de Sicilia, de modo que su conquista por los otomanos hubiera puesto en en peligro a toda la península italiana. En la primavera de 1565, las fuerzas de Malta habían sido reforzadas con tropas del virrey de Sicilia.
Los cristianos se defendieron con acierto en la capital, La Valetta, y los turcos no pudieron terminar la invasión, sufriendo grandes pérdidas en hombres y con una epidemia de tifus que les afectó mucho más que la propia guerra. Como la contienda se prolongaba más de lo previsto, el ejército turco se quedó sin provisiones y pasaba hambre, pues no había de dónde sacar comida en una isla tan pequeña y tan poco productiva.
En septiembre de 1565 llegaban nuevos refuerzos españoles. El plan de batalla había sido elaborado por don Álvaro de Batán, el marino más experimentado con que contaba la flota española. Se trataba de un desembarco por sorpresa, con 60 galeras y 10,000 soldados, que se desarrolló con un éxito total. Los turcos tuvieron que levantar el cerco y marchar. Dragut murió en la refriega. Fue la primera gran derrota turca en el mar. Parecía que la suerte estaba cambiando y España se estaba convirtiendo en una potencia naval mediterránea. La victoria de Malta permitió a Felipe II centrarse en los Países Bajos.