- La España de Felipe II


Capítulo 20. Economía


GASTOS MILITARES, LA PARTIDA MÁS ALTA DEL PRESUPUESTO


EL GASTO MILITAR ERA EL MÁS ALTO DEL PRESUPUESTO. Mantener un imperio suponía mantener un ejército enorme no sólo por las inacabables guerras que mantuvieron tanto Carlos V como Felipe II, sino por las necesidades de cobertura militar que ocasionaban los viajes reales o de los nobles, el mantenimiento de los virreinatos y la estructura de mando de los diversos territorios.

Castilla no tenía población suficiente para reclutar la cantidad de soldados que se precisaba y hubo que recurrir a los mercenarios, con lo que el gasto militar se disparó. Al dedicar grandes recursos a las guerras, no se destinó financiación a la actividad productiva y España se hundió en la miseria.

Castilla no tenía población suficiente para reclutar la cantidad de soldados que se precisaba y hubo que recurrir a los mercenarios, con lo que el gasto militar se disparó.

Gastos fijos del ejército hacia 1555


(1) Guarniciones: frontera pirenaica, Baleares y presidios norteafricanos.


Los gastos más importantes están en la Guardia Real y las Guarniciones. Nótese lo poco importante que era el gasto en artillería, lo que es normal para la época, donde la infantería desempeñaba el papel principal en las contiendas. 

A esto hay que añadir las galeras del Mediterráneo: 


Galeras. Presupuesto de 1544


Y hay que sumar también los galeones de la ruta de las Indias. En 1555 los gastos de la Marina fueron de 455,000 ducados [17.062.500 euros].

Los gastos del ejército y la marina eran las partidas más importantes del presupuesto del Reino de España, incluso en los periodos de paz. El gasto de una campaña militar con 50,000 soldados mercenarios llegaba a los 3 millones de ducados anuales [113 millones euros].


LA INDUSTRIA MILITAR. Los arcabuces se fabricaban en el País Vasco y las armas blancas mayoritariamente en Toledo. Los fabricantes eran empresas particulares con los que el gobierno establecía un contrato. El costo de estas armas no era muy alto. 

La artillería era fabricada directamente por empresas que dependían de la Corona en Burgos, Málaga, Sevilla y Barcelona, aunque no eran de gran la calidad. Carlos V repartió por diversas guarniciones la artillería capturada a los nobles alemanes en 1546 y 1547.

Las lujosas armaduras reales se fabricaban en Milán. Las galeras se construían en las atarazanas de Barcelona y resultaban muy caras. Por el contrario, los galeones de la carrera de Indias se financiaban con el impuesto de la avería, creado hacia 1537, y que se calculaba sobre el monto de la mercancía a transportar.


LOS CABALLOS Y LA GUERRA. Los caballos para el ejército se obtenían con facilidad de nuestra propia cabaña. Eran caballos de calidad, que se usaban no sólo para las tropas montadas sino como tiro en los trenes de artillería. Cuando estalló la guerra con Francia se prohibió exportarlos a este país.

En 1536 un caballo costaba 60 ducados [2.250 euros], lo que hacía que el coste de la caballería fuese muy elevado. En el presupuesto de 1555 aparecen los costes de la infantería y la caballería:

4 tercios viejos (12,000 soldados): 600,000 ducados [22.500.000 euros]

10,000 jinetes (sin su oficialidad): 1,066,666 ducados [39.999.975 euros]

En la campaña de Carlos V en Provenza en 1536 los 70 cañones eran arrastrados por 2,588 caballos, lo que costaba 155,000 ducados [5.812.500 euros]. Aparte, se precisaron otros 1,500 caballos para 300 carros de munición, que llevaba 9,900 “pelotas” de hierro y 600 de piedra.


SALARIOS MENSUALES DE LOS SOLDADOS DE LOS TERCIOS.

Maestre de Campo: 40 escudos [58 euros]

Capitán: 40 escudos [58 euros]

Alférez: 15 escudos [21 euros]

Sargento: 8 escudos [11,6 euros]

Mosquetero: 6 escudos [8,7 euros]

Coselete: 4 escudos [5,8 euros]

Pica seca: 3 escudos [4,4 euros]

(según Julio Albi en "De Pavia Rocroi")