Comunidad de Calatayud
Llumes, iglesia de San Miguel
Un poco de Historia
En la bula de 1182 de Lucio III se menciona el nombre de Flumes. Pascual Madoz nos habla de Llumes como una granja con “una espaciosa casa de campo con su oratorio, un palomar despoblado y una buena porción de terreno”. En efecto, durante varios siglos Llumes fue una granja cisterciense dependiente del Monasterio de Piedra, que se encuentra tan sólo 9 km.
Llumes era una granja con “una espaciosa casa de campo con su oratorio, un palomar despoblado y una buena porción de terreno”. (foto: SIPCA) |
Cartel informativo: "Llumes se originó a partir de una granja que se estableció en el camino de Cimballa al Monasterio de Piedra. Poco a poco estas tierras fueron atrayendo a campesinos, creando un núcleo de población que llegó a contar con parroquia. El origen de esta iglesia sería el antiguo oratorio de la granja, en torno a la que creció el asentamiento."
En esta localidad se conservan algunas palabras del idioma aragonés. El propio Llumes también es referido como “Flumes” (el río); “azcla” equivale a astilla, “paniquesa” es comadreja, “domasquinos” son los albaricoques.
La iglesia de San Miguel
Es un edificio de nave única con bóveda de cañón y ábside semicircular. Sus medidas son de 21,30 de largo por más de 5 metros de ancho. Se notan las influencias castellanas en el modelo de arco triunfal, muy raro en Aragón. La iglesia data de la primera mitad del siglo XIII, en un románico tardío. La torre campanario es del siglo XVI, de planta cuadrada. Una serie de edificaciones añadidas sirvieron de sacristía, capilla funeraria y almacén.
La portada presenta dos arquivoltas. En el tímpano encontramos un Cristo Majestad con el Tetramorfos. Los capiteles de la portada presentan arpías, monstruos y animales fantásticos enfrentados.
La portada presenta dos arquivoltas. |
El tetramorfos es la representación de los cuatro evangelistas en las figuras de un león, un toro, un hombre y un águila. Sus atributos son la nobleza, la fortaleza, la sabiduría y el mundo superior. Para san Ireneo (130-202) son los cuatro puntos cardinales, es decir, las cuatro esquinas del mundo. Son antecedentes del tetramorfos los cuatro hijos de Horus, representados también por tres animales (chacal, mono y halcón) y un hombre y también relacionados con los puntos cardinales. Los hijos de Horus custodian el alma de este dios, lo mismo que el tetramorfos rodea a Cristo. Tenían la función de guardar las vísceras del personaje que estaba siendo embalsamado, así como de colaborar con Osiris en el pesaje de las almas.
En el tímpano encontramos un Cristo Majestad con el Tetramorfos. Los capiteles de la portada presentan arpías, monstruos y animales fantásticos enfrentados.
Las arpías son una figura que tiene su origen en la mitología griega y que en el Románico son muy habituales. Representa la degradación del mundo femenino en las sociedades clasistas: la mujer como representación de todo lo maligno y depravado.