Ciudades celtíbero-romanas de Soria



NUMANCIA. LA CIUDAD ROMANA



NUMANCIA FUE ENTREGADA A LAS TRIBUS PELENDONAS, ALIADAS DE ROMA. Una vez conquistada Numancia, se repobló con gentes provenientes de las tribus vecinas, seguramente pelendones. Durante las guerras sertorianas la ciudad fue destruida por segunda vez, hasta que en el siglo III, en plena decadencia del Imperio, comienza su abandono, que acabó siendo total en el siglo siguiente. En el siglo VI hubo un pequeño asentamiento visigodo, según atestiguan los materiales encontrados.

Alfredo Jimeno, que dirigió los equipos de excavación de la ciudad, comentaba: "La amplia superficie excavada (unas seis hectáreas) aporta pocas referencias de la ciudad más antigua (destruida en el 133 a. C. por Escipión Emiliano), ofreciendo una mejor información de la ciudad celtíbera del siglo I a. C. y de la romana imperial, que presentan una ordenación en retícula irregular, sin dejar espacios libres o plazas."

Casa romana. Una vez conquistada Numancia, se repobló con gentes provenientes de las tribus vecinas, seguramente pelendones. (Imagen: cartel informativo)


Cartel informativo del Museo de Soria: “Los trabajos de investigación realizados en los últimos años han permitido una interpretación estratigráfica de Numancia habiéndose documentado dos ciudades celtibéricas (la destruida por Escipión y otra destruida en las guerras sertorianas) y sobre ellas dos fases de una ciudad romana (una de época de Augusto y otra de época flavia).

A la ciudad celtibérica más antigua, la destruida por Escipión en el 133 a.C., corresponden las singulares cerámicas numantinas polícromas tan características de este yacimiento. Tras la destrucción, según indica Apìano, Escipión “dio Numancia y su territorio a aquellos indígenas que le habían ayudado a conquistar la ciudad”. Se trata de indígenas romanizados, los pelendones, situados en el valle del Ebro y en el reborde montañoso del Sistema Ibérico. Esta ciudad, al igual que las demás del valle del Duero, tomó partido en la política romana a favor de Sertorio, pero el que salió vencedor fue su adversario Pompeyo, quien arrasó todas ellas (75-72 a.C.).

El cerro de Numancia no fue ocupado de nuevo hasta época de Augusto, como mansio en la vía romana, número XXVII del itinerario de Antonino, que impulsó Augusto con motivo de las Guerras Cántabras (a partir del 29 a.C.). se construyó una nueva ciudad, que fue poblada con indígenas, con el rango de ciudad peregrina, sin derecho romano; el trazado se realizó al modo indígena, con dos largas calles norte-sur y diez calles de este a oeste, con encuentros escalonados para desviar el aire, pero sin foro, ni otros edificios públicos característicos de una ciudad romana. Posteriormente, en época flavia, con el emperador Vespasiano, la ciudad alcanzó el grado de municipium y fueron reconocidos sus ciudadanos con el derecho romano (73-74 d.C.). “En esta etapa se produjo una ampliación en la superficie de su ocupación, así como la construcción de casas típicamente romanas y de algunos edificios propios de las ciudades romanas de pleno derecho (termas, curia, templo, foro, etc.)”.

Casa romana. El trazado de la ciudad se realizó al modo indígena, con dos largas calles norte-sur y diez calles de este a oeste


LA CIUDAD ROMANA SIGUIÓ EL ESQUEMA DE LA CIUDAD CELTÍBERA. La ciudad romana sigue el esquema de la ciudad celtíbera, a excepción del barrio sur, que tuvo una ampliación considerable. Cuando, en época flavia Numancia, adquirió la categoría de “municipium” llegó a una extensión de 22 hectáreas, casi 3 veces la superficie de la ciudad celtíbera. En estos momentos, el trazado de las calles es más regular, el pavimento es empedrado, hay sistemas de saneamiento y las casas tienen patios porticados. Contrariamente a lo que sería habitual en una ciudad romana, no hay foro, aunque sí se reconocen varios edificios públicos: un centro administrativo con galería porticada en el centro urbano, unas termas de reducido tamaño y un posible templo con dos aras, dedicadas una a Marte y la otra a Júpiter.

Grandes piedras en el centro de las calles permitían pasar de una acera a otra sin enfangarse, ya que los desagües de las casas iban directamente a la calle.

Grandes piedras en el centro de las calles permitían pasar de una acera a otra sin enfangarse


LAS CASAS ROMANAS ERAN DE PIEDRA. La casa romana era mayor que la celtibérica. Su fachada estaba hecha de piedra, mientras que las paredes del interior tienen zócalo de piedra y recrecido de adobe, recubiertas con cal. Las dependencias que podemos contemplar son: entrada por un patio abierto con aljibe y horno de pan; pequeño vestíbulo-taller (moler y tejer), cocina, habitaciones y almacén para el grano y los utillajes agrícolas que comunicaba con un corral para los animales.

Cartel informativo del Museo de Soria: “Las casas de época romana eran más grandes que las celtíberas y estaban hechas de piedra, manteniendo algunos elementos constructivos anteriores, como la cubierta vegetal y las piedras poco trabajadas. Esta casa reconstruida permite conocer su distribución: a través de un patio abierto, con aljibe y horno de paz, se accede a un pequeño vestíbulo (con los molinos de mano y el telar), que facilita el paso a la cocina (con la boca del horno, el hogar, la mesa con el banco corrido y el utillaje) y a las habitaciones (con la cama y arcón). La última estancia está destinada a granero y almacén de útiles agrícolas, y comunicada con un pequeño corral exterior para los animales.

En las casas se ha encontrado un variado conjunto de útiles, relacionados con actividades agrícolas, ganaderas y artesanales, que se han mantenido apenas sin cambios a lo largo de dos milenios.”

En las casas se ha encontrado un variado conjunto de útiles, relacionados con actividades agrícolas, ganaderas y artesanales, que se han mantenido apenas sin cambios a lo largo de dos milenios. (Imagen: cartel informativo)


EN EL BARRIO SUR VIVÍA LA ARISTOCRACIA ROMANA. Fue edificado en el siglo I y congregaba a la aristocracia romana de la ciudad. Son casas construidas al estilo romano: teja plana y pórticos en forma de “L” con columnas, patio rectangular que daba paso a las estancias a través de una escalera. Anteriormente hubo aquí un barrio del siglo I a.n.e., de trazado más irregular.

Cartel informativo del Museo de Soria: “En esta zona, más protegida y agradable de habitar, el grupo acomodado de época romana construyó sus casas, dotadas de pequeños pórticos con columnas, tratando de imitar el gusto romano.

EL barrio sur son casas construidas al estilo romano


Se observa una rectificación del trazado urbano, ya que la calle romana cortó la alineación de una calle anterior, que era más irregular y tenían grandes piedras pasaderas en el centro.”

Cartel informativo del Museo de Soria: “Casa con patio porticado. Esta casa constituye un buen ejemplo de las residencia del barrio sur. Se observa el patio delantero rectangular con un pequeño pórtico de columnas (sólo quedan dos) en forma de “L”, y una zona rectangular descubierta. La vivienda estaba dispuesta detrás y a ella se accedía a través de las escaleras situadas al fondo.

El tejado de estas casas era de tipo romano y estaba realizado con grandes tejas planas rectangulares (tegulae) cuya unión se cubría con otra teja curva (imbrex).”

Casa con patio porticado. Esta casa constituye un buen ejemplo de las residencia del barrio sur.



EDIFICIO PÚBLICO EN EL CENTRO DE LA CIUDAD. Ubicado en el centro de la ciudad ocupando toda una manzana. Se organiza en torno a un patio central porticado. Al lado del edificio tenemos los desagües.

Los romanos construyeron algunas casas o edificios públicos de mayores dimensiones, como el que ocupa toda una manzana


Cartel informativo del Museo de Soria: “Sobre la ciudad celtíbera se edificó una romana, que mantuvo el acento indígena de la anterior, pero introduciendo mejoras. Se construyeron algunas casas o edificios públicos de mayores dimensiones, como el que ocupa toda una manzana, con dos alturas y las estancias ordenadas en torno a un patio central porticado, del que se aprecian las bases de apoyo de las columnas.

Para mejorar el saneamiento público se construyeron desagües (…) encauzado y cubierto con lajas de piedra, que aprovechando la pendiente conducían las aguas y vertidos fuera de la ciudad.”

Se organiza en torno a un patio central porticado. Al lado del edificio tenemos los desagües.


BAÑOS PÚBLICOS, CON UN MONUMENTO ENCIMA. Sobre estas termas se levantó en 1842 el monumento a los héroes de Numancia. A pesar de ello, aún se observan los orificios para el paso del aire caliente y el canal que sacaba el agua sobrante al exterior.

Aún se observan los orificios para el paso del aire caliente y el canal que sacaba el agua sobrante al exterior.


Cartel informativo del Museo de Soria: “El monumento inacabado de los Héroes de Numancia, de 1842, fue realizado sobre los restos de un “caldarium” doble (sala de baño caliente) de unas pequeñas termas romanas; en su base se aprecian los orificios para el paso del aire caliente; a la izquierda, a ras de suelo, un estrecho canal conducía el agua sobrante al desagüe central de la calle.

En un horno, que a su vez calentaba el depósito del agua, se producía le aire caliente, que pasaba a estas estancias a través de las bocanas o agujeros inferiores de las paredes; pero el aire también circulaba por la cámara que dejaba el suelo elevado y los apliques de paredes y techos, proporcionando un ambiente de sauna.”

Sobre estas termas se levantó en 1842 el monumento a los héroes de Numancia.


ALJIBE CON ESCALERA. Es un depósito rectangular en el patio de una casa. Cuenta con escaleras para acceder al interior.

Cartel informativo del Museo de Soria: “Aljibe o depósito rectangular, situado en el patio de una casa particular, provisto de una escalera para descender hasta el nivel donde se encuentra el agua. Estos depósitos están excavados en el manto natural arcilloso, que les proporciona impermeabilidad.

Este aljibe es un depósito rectangular en el patio de una casa.


El agua de los aljibes o la del río, cuando la lluvia escaseaba, se almacenaba para el consumo doméstico en grandes tinajas de cerámica, que también podían servir para el aprovisionamiento de alimentos, como cereales y frutos.”

Estos depósitos están excavados en el manto natural arcilloso, que les proporciona impermeabilidad.


ALJIBE COMUNAL Y ENCRUCIJADA DE CALLES PARA DEFENDERSE DEL VIENTO. Servía para recoger el agua de lluvia. Era de uso comunal.

Cartel informativo del Museo de Soria: “El agua de lluvia se recogía en aljibes o depósitos, excavados en el manto natural y realizados con piedra, que se situaban en el patio de las casas para uso particular, o en las esquinas de las manzanas para uso comunal (…)

Aljibe comunal que servía para recoger el agua de lluvia


En la encrucijada de calles se aprecia cómo la ciudad estaba bien planeada para defenderse del viento, realizado el encuentro de sus tramos en forma escalonada para cortar el aire. Las grandes piedras dispuestas en el centro ayudaban a pasar de una acera a otra sin enfangarse, ya que las calles eran lodosas porque recogían los desagües de las casas.”