Románico de Campoo y Valderredible, Cantabria


Julióbriga, la ciudad romana más importante de Cantabria


El Imperio romano se encontró en Cantabria con una de las mayores resistencias de toda su historia. El propio emperador Augusto tuvo que venir a Hispania, desembarcar en Tarraco y remontar el valle del Ebro con 7 legiones para liquidar la resistencia de las tribus cántabras entre el 26 y el 19 a.n.e.

Tras un paisaje de castros destruidos y su población aniquilada o esclavizada, los romanos emprendieron la construcción de la ciudad de Julióbriga, que sería la más importante de las 9 ciudades romanas que tuvo Cantabria. Julióbriga fue fundada entre el 13 y el 15 a.n.e. por la Legio IV Macedonia sobre un castro cántabro preexistente. 


Escenario de las guerras cántabras (26-19 a.n.e). El Imperio romano se encontró en Cantabria con una de las mayores resistencias de toda su historia.

Llegó a tener unas 20 ha de extensión y se ubicó en lo que actualmente es el término de Retortillo. La nueva ciudad romana comunicaba con el mar a través del “Puerto de la Victoria” (Portus Victoriae Iuliobrigensium), que corresponde a la actual Santander, y con “Portus Bendium”, que corresponde a la actual Suances. De esta forma, Hispania quedaba comunicada por el norte con la Galia y la Britania. Tanto las carreteras como la autovía actuales siguen el trazado de esta calzada. Más al sur de Julióbriga, el campamento romano de Herrera de Pisuerga  -construido con anterioridad- se encargaba de la protección militar, mientras que Julióbriga garantizaba el control administrativo y de romanización de estas tierras. Los valles del sur de Cantabria eran los que concentraban más población; de ahí, la presencia de una ciudad romana como Julióbriga.

La ciudad quedó perfilada hacia el siglo I y se amplió con Vespasiano (9-79). De la importancia que alcanzó nos da idea el hecho de que muchos altos dignatarios de la ciudad ocuparon puestos de mucha relevancia en la administración de la Tarraconense. La existencia de esta urbe tampoco escapa a Plinio el Viejo: “El rio Ebro, con su rico comercio fluvial, nace en el territorio de los cántabros, no muy lejos de la ciudad romana de Juliobriga”.


Fíbula romana encontrada en Julióbriga (foto: Wikipedia)


La economía de la ciudad, aparte del comercio que discurría por ella, se basaba en el cultivo de cereales, el ganado bovino y las grandes extensiones de bosque que la rodeaban.

Julióbriga fue abandonada en el siglo III en el marco de la crisis general del Imperio romano y parcialmente ocupada en el siglo IV, habiéndose constatado la presencia de varios incendios. Desde el siglo V al XIII el centro del a ciudad fue un cementerio y en la zona del foro se levantó una iglesia románica, lo que indica que en todo momento se mantuvo una pequeña concentración de población.

Denario de Augusto encontrado en Julióbriga (foto: Wikipedia)


En el siglo XX se hicieron algunas excavaciones, pero todavía no se ha pasado de un porcentaje muy pequeño de la extensión total de Julióbriga. La gran mayor parte de la ciudad queda por excavar y se cuenta con el problema de que parte de Retortillo se levanta sobre la urbe romana. Se han encontrado objetos desde la Primera Edad del Hierro (siglo I a.n.e.) hasta la Edad Media, lo que da idea de una ocupación sostenida a lo largo de muchos siglos.